El Ayuntamiento de El Álamo, municipio de la Comunidad de Madrid, ha confiado en Monrabal para la gestión de la eficiencia energética de sus edificios municipales. Consiste en un proyecto que se llevará a cabo mediante contrato ESE. Se basa en un tipo de contrato en el que una empresa proporciona servicios energéticos o de mejora de la eficiencia energética a los propietarios de un edificio o de una instalación. El pago total o parcial de los servicios está en función de lo que se haya economizado en la factura energética.
A través del contrato se ejecutará y se pondrán en marcha actuaciones y medidas de ahorro energético de las instalaciones consumidoras de energía de los edificios públicos de El Álamo. Las actividades se centrarán en la implementación de mejoras energéticas en el alumbrado interior, en sistemas de climatización y calefacción, así como en las redes y equipos de consumo de agua de los edificios municipales.
En este contrato, invertiremos más de 350.000 € en mejoras y la duración del contrato será de 12 años. Consiste en un plazo en el que se gestionarán y mantendrán con total garantía los equipos consumidores de energía en edificios municipales de El Álamo.
¿Qué beneficios tiene la eficiencia energética?
La eficiencia energética no consiste únicamente en “un esfuerzo más”, sino que es una manera de emplear de forma adecuada los recursos que necesita la sociedad para funcionar sin tener que agotarlos. Apostar por ello implica una reducción del impacto ambiental y el ahorro en facturas, pero no son las únicas ventajas que existen.
1. Desarrollo macroeconómico
El impacto de la eficiencia energética en la ciencia económica sigue siendo analizado. Las mejoras de este tipo aportan beneficios en la economía, con impactos tanto directos como indirectos en la actividad, la tasa de empleo, la balanza comercial y los precios energéticos.
2. Presupuesto público
La eficiencia energética puede tener un impacto a tener en cuenta en el diseño del presupuesto público a nivel nacional y comunitario Especialmente, en la reducción del gasto de calefacción, aire acondicionado e iluminación. Además se experimenta una reducción en los egresos gubernamentales en energía y se genera un ingreso mayor de recolección fiscal por una mayor actividad económica.
3. Productividad industrial
Las medidas enfocadas a la eficiencia energética en una escala industrial se traducen en beneficios adicionales a los ahorros directos en energía como la mejora en competitividad, el margen de la ganancia, la producción y la calidad de los productos. Asimismo, propicia una mejora en el ambiente de trabajo que reduce costes de operación y mantenimiento.